Demonios

Apática, hundida, devorada por los demonios, demonios que axfisian, demonios que atacan, demonios dentro y fuera de mí, demonios que se niegan a abandonar la morada en la que se ha convertido mi ser. Demonios que crecen alimentándose del dolor y el desgaste de fuerzas, de mi propio orgullo y mis propios miedos... y de los tuyos, sobre todo de los tuyos.

 No hay nada que lamentar, yo elegí este camino, estar junto a la persona que amo, ayudarla no es ningún sacrificio, sino la única forma de lograr encontrar instantes de verdadera felicidad, cuando veo el brillo de sus ojos, cuando veo su sonrisa y se que ella me quiere a mí como yo la quiero a ella. No somos culpables de nada, excepto de intentar elegir nuestro propio destino frente a las trabas de los demonios que habitan nuestra sociedad e intentan habitar en gente como nosotras poniendo injustos peros a su desarrollo y buscando habitar en lo más hondo de su ser.

En nuestro caso concreto elegir el camino está siendo aun más difícil, ya que los demonios se emplearon con excesiva dureza y hoy día numerosos de estos viles seres habitan en nosotras esperando que llegue el día del juicio final: Aquel que determinara si los hemos vencido definitivamente o en cambio han ganado ellos y conseguido su objetivo de llevarnos al infierno de la locura. 

Volviendo la vista atrás, el día más importante de mi vida y responsable de mis mejores momentos, fue el día en que te conocí, pero ese día empezaba la batalla, esa que tu mantenías en soledad y silencio, bajo el abrigo de las únicas amigas a las que te podías abandonar, esas que te anestesiaban y te mantenían en un mundo irreal del que no formabas parte y que te llevaban hacia la autodestrucción, nuevos demonios que amenazaban tu integridad.

Ese día fue el día en el que empezamos de nuevo la batalla por conseguir la felicidad que tanto nos merecemos, batalla difícil, en la que usamos todas nuestras fuerzas, paso a paso, poco a poco, batalla extenuante en la que me mostraste parte del cielo, del que de existir un ángel como tu proviene de allí sin ninguna duda, parte del infierno, al que te viste abocada por la maldad y el capricho, y en el que permaneciste por culpa del miedo, la exclusión social, la ley, que no te garantizaba protección... y por supuesto, mostraste tu increíble fortaleza mental para soportar los demonios que anidaban en ti. 

Esa lucha, ese camino elegido por gusto, reconozco que me hizo gastar todas mis fuerzas, hasta el punto de hacerme sentir débil, apática, triste en algunas ocasiones.. una batalla que unida a la que mantuve desde pequeña contra la propia sociedad que intenta que pida perdón por ser mujer y por elegir amar a quien yo quiera, hizo que mis fuerzas se esfumaran.

Y fue cuando volvieron esos fieros demonios que cambiaron nuestras vidas personificados en gente sin reparos en hacer daño. Y curiosa fue la forma de aparecer, saltaron de la realidad a la web, y de la web a la realidad nuevamente, hasta hacernos retroceder, romper todos nuestros progresos e incluso cuestionar nuestras ilusiones. 

Y creo que el día del juicio final está cerca para mí, en mis manos, en nuestras manos, está el que nos sigan atormentando los demonios o en que no tengamos más que esos instantes buenos que tanta y tanta felicidad nos ha hecho sentir, sin más declives que injustamente cuestionen esos instantes, la batalla es dura, pero sólo hay un resultado justo: que la ganemos.

Ahora escribo este blog, no va para nadie realmente, ni siquiera para mi niña, tan sólo va para los demonios, el sentido del humor que hace gracia a las dos únicas personas que se la tiene que hacer ya es suficiente para escribir este blog, mediante el que libero mis demonios y los plasmo en él.

Hay dos demonios origen de todo, que reinan en la sociedad y bajo cuyo reinado se cometen en el mundo las más crueles injusticias, violencia y discriminaciones. Durante tiempo sus argumentos, o la ausencia de estos, sus mentiras, sus postulados para perpetuar su infame reinado han querido calar en la sociedad para mantener a gente como yo en silencio, han apelado incluso al sentido del humor, o al respeto a la libertad de expresión para justificar su odio, y la perpetuación de su injusto sistema social que lleva a la gente a vivir con demonios.

Ahora yo me serviré no de mis argumentos, sino de los de estos dos demonios, para ridiculizarlos, parodiarlos, desterrarlos de mi camino, retuerzo su odio y lo muestro en toda su desnudez, como es realmente: odio estúpido, discriminación, violencia... pero también idiota, ridículo, penoso, combatible... mediante esta tarea de mostrar su idiotez convirtiéndome yo en la idiota, espero tener más fuerzas para seguir intentando superar las trabas en mi camino y en la medida de lo posible, hacer ver a alguien que sea capaz de leer lo que escribo hasta que punto es engañoso el disfraz racional donde se esconde la estupidez de dos demonios patéticos pero peligrosos. En ultima instancia, quiero también luchar contra el demonio de la tristeza, el de la apatía, el de la angustia, el de la soledad de tener algo que se puede compartir con poca gente devorándome las entrañas y volviendo atacarnos después de años y años. Esa es la gran batalla, y necesito tu compañía, me dirijo a mi chica, a la persona con la que quiero superar todos los obstáculos comunes que los infames demonios nos han puesto en el camino.

Entiendase esto como una forma de pasar el rato y reirme a su costa, ahora soy yo una de esos demonios, y seré tan ridícula y estúpida como ellos, y pienso divertirme.