La humilde aportación al mundo de una humilde hija de Dios

Buenas mis queridos y estimados lectores. Cuando abrais este blog no quiero que penseis en mí como una mujer que quiere salvar el mundo, o como una fanatica religiosa que no quiere escuchar opiniones discordantes, una prepotente con aires de dictadora.. NO! Tan sólo soy una humilde martir del señor, que quiere aportar al mundo su buena voluntad, sin discriminar a nadie, las opiniones de musulmanes, judios e incluso ateos tambien seran bienvenidas en este blog... y apuntadas en una lista por si acaso hace falta tomar una determinación..

sábado, 5 de diciembre de 2009

Una vida sencilla (breve recorrido a traves de la vida de una servidora)

Hola, mis queridos y aviesos lectores!!!! Bien, haré una breve descripción de mi vida:

Nací en una familia muy humilde, donde nuestras sirvientas apenas tenían para comer y las teníamos que hacer dormir en camas de esparto. Mi padre se llamaba Tom, y mi madre Vane, ambos de origen ruso, como se puede deducir de sus nombres. 

Mi infancia transurrió tranquila, entre nuestra humilde casa de la Moraleja y la humilde finca de verano de mi padre, un prestigioso ganadero (nunca entenderé a los antitaurinos, a mí siempre me ha parecido admirable y noble torturar a un toro perforandole los pulmones y cortándole las orejas y el rabo, además es la fiesta nacional), además de dueño de una multinacional de la que no diré el nombre.


Fue una infancia tranquila, sin sobresaltos. 
Recuerdo empezar bien temprano a interesarme por la sagrada escritura, coloreando las llagas, heridas, moratones y sangre de Jesús en uno de esos libros educativos y para nada violentos que se nos daba a los micos en esos tiempos de paz y prosperidad. 

Después me regalaron una Biblia infantil por mi octavo cumpleaños. Me maravilló aprender con amenos textos adaptados para niños con dibujitos al lado, que gracias a la fe divina, un padre bueno y devoto de Dios puede sacrificar con toda su bondad a su hijo, que en ciudades donde se práctica la homosexualidad libremente como Sodoma y Gomorra es lícito un genocidio, que yo como mujer, TENGO LA CULPA DE TODO, ya que gracias a la primera mujer, aquella que como ser imperfecto formado a partir de la costilla del hombre, la humanidad conoce el mal y el pecado.. y muchas cosas más que aprendí.. 


Así llegó uno de los días más felices de mi vida: La primera comunión, oficiada en una humilde catedral bajo la presencia de las más humildes y destacadas figuras de la farándula, toreros, actores y paparazzis varios. Como anécdota curiosa, está la de mi primera confesión, en la que pude liberarme de pecados tan importantes como alzar la voz a mis padres, decir palabrotas (no sabia yo que "vete a tomar por culo tuviese un origen tan grotesco y pecaminoso) o reírme en clase. La anécdota fue que no me dio tiempo a saber cuales eran las oraciones que debía rezar para purgarme, ya que incomprensiblemente vino la policía a llevarse al cura por algo relacionado con unos monaguillos y unas manos, según pude escuchar. Así que busque desesperada a otro cura para que me dijera las oraciones que debía rezar: cinco padres nuestros y tres aves marías. Me sentí profundamente liberada, llegue y ese día decidí celebrar tal liberación dándole una propina económica a mi criada: dos pesetas. que le hice recoger del vater para que así le diera más valor, me sentí profundamente generosa con ese gesto.


Mi colegio era un centro del Opus para niñas, presidido por la imagen de su majestad el Rey, junto a un enorme crucifijo de color negro, que no me acababa de gustar porque no mostraba la imagen castigada y sangrante del Mesías. Fueron años felices, y ya desde entonces, mientras otras niñas querían ser amas de casa, modistas, e incluso alguna desvergonzada quería tener un trabajo de prestigio de aquellos reservados a los hombres, yo tenia claro lo que quería ser: Papa de Roma o cura, no obstante, descubrí que eso eran puestos destinados a hombres, así que me cambie mis deseos a los de ser monja.
Estar en un colegio de niñas es muy bueno, no hay influencias nefastas que hagan a las niñas tener deseos impuros y olvidarse de atender a clase, yo me libre de eso pues, igual que la mayoría de las niñas, aunque a veces, y quizás debido al tiempo que pase en la incubadora al nacer que me dejó algún tipo de secuela, me descubría mirando los labios de mi compañera de pupitre y los senos que empezaban a surgir de su camisa.. y fue así como empecé a fustigarme, un ritual que podía durar noches enteras y en el que purificaba mi alma del pecado y a mis espaldas de parte de la piel.


Fui creciendo, hasta que llegó el momento de hacer los votos, y aquí en el convento sigo desde entonces. Hasta que descubrí las nuevas tecnologías, y decidí hacer un buen uso de ellas difundiendo el mensaje divino por la red.


Esta más o menos es mi vida, siento no poder aportar grandes anécdotas, grandes aventuras, pero sí que puedo aportar una gran historia de amor: la mía con Jesucristo. 


Amen

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